Micro-ofensas.

Cuando alguien te dice que lo lastimaste,

a ti no te corresponde decidir si es verdad o no.

-Louis C. K.

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La sociedad ha establecido como "normal" hacer comentarios o acciones hirientes a modo de "broma".

Estás en una reunión y alguien hace un chiste sobre alguna característica que te acompleja: tu peso, tus dientes, tu nariz... ya sabes. O hace algún ademán pseudo-chistoso, que consigue incomodarte y/o lastimarte.

Todos se ríen, incluyéndote (esa risa fingida por compromiso) mientras intentas disfrazar el golpe que acabas de sentir en el estómago.

Generalmente, en caso de querer externar que no nos parecen esas bromas, optamos por callarnos; por miedo a no saber expresarnos, a que nos ganen las emociones y se nos rompa la voz, a que todos se nos vengan encima o a recibir a cambio el típico "¡Relájate, es broma!".

-Puedes aceptar una broma. Pero jamás una falta de respeto disfrazada de broma.-

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En una situación así, no temas estar siendo "exagerado" o "hipersensible". El parámetro para definir si se trata de una falta de respeto, es si lastimó tus sentimientos.

Tanto el bromista, como los demás en la mesa, están midiendo y calando tus límites, y al darse cuenta de que son escasos y/o endebles, normalizarán este tipo de tratos para contigo. Tolerar una sola de estas bromas le abre la puerta a un caudal de futuras situaciones donde se te irrespeta. Ten cuidado con lo que admites, le estás enseñando a los demás cómo tratarte.

-Mereces respeto. A cada momento.-

Levanta la voz. Por ti, y por los que no tienen tu valor. De manera tranquila, pero firme y seria. Sírvete de la Comunicación Asertiva para aprender a manejar esta y muchas otras situaciones.

¿Por qué nos reiríamos de algo que me hace sentir incómodo? ¿Para qué herir mis sentimientos deliberadamente?

Ejercicio práctico.

Al principio será incómodo o difícil, pero son segundos de valentía con recompensas permanentes. Así pues, la próxima vez que seas víctima de una micro-ofensa, escoge el momento, y familiarízate con externar: "No me gustó esa broma, por favor que no se repita". "Ya sabes que mi _______ me acompleja, y bromear sobre ello me lastima". "Me incomoda cuando haces una broma y todos se ríen de mí, por favor no lo hagas".

Agradece el cambio de conducta.

Mantente magnánimo.