La relación de El Arcoíris Magnánimo con Dios.

La mayor amenidad en la vida, es tener una relación cercana con Dios. -David O. McKay.

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"Un discípulo entrega de forma deliberada su vida para el bien espiritual de los demás".

Y justo ese fue el principio de la creación de El Arcoíris Magnánimo. Desde hace tiempo decidí que una de mis formas de predicar sería a través del ejemplo en mi propia vida, en mi conducta y en todo lo que pueda ayudar y aportar a los demás. Así que, por primera vez y por ocasión especial, les voy a hablar en primera persona, ya que que mi relación con Dios siempre ha sido el soporte y la guía de mi vida, desde antes de ser consciente de aquello.

Dios es mi eterna providencia y mi refugio. Pero sobre todo, Dios es mi mejor amigo, y también debería ser el tuyo. Siempre me he sentido diferente. Diferente en el buen sentido, aunque (como a todos nos pasa) las personas a mi alrededor quieran mermar mi individualidad, forzarme a ignorar mi voz interior y a seguir el famoso refrán: "A donde fueres, haz lo que vieres" (¡sí, aunque no esté bien o no quieras!)

En mi vida, como es normal, pasé etapas difíciles y solitarias. Nada demasiado amargo o traumático, gracias a Dios. Muchas veces fui la "marginada" (algunas por decisión, otras no) pero hoy observando mi vida en retrospectiva, desde un punto más sabio y maduro, realmente muchos de mis problemas me quedaban grandes para mi edad de aquel entonces. Y al contrario de considerarlo una carga, me halaga que Dios haya visto semejante fortaleza en mí, y agradezco que me haya adelantado lecciones que muchos aprenden muy tarde. A veces jamás.

"Antes de formarte, te elegí; antes de que nacieras, te separé." Jeremías 1:5

Hoy reconozco que en realidad nunca estuve sola, y que todo aquello fueron regalos, lecciones que me han ido forjando. Aprendí que muchas veces quedar fuera es realmente una bendición, que pensar diferente es Dios manteniéndote en el camino, que los aparentes fracasos son meras redirecciones, y que aún cuando todos vayan para la izquierda, aunque sea considerado "lo normal", si tu criterio, tu moral, tu corazón y Dios te dicen que es para la derecha, vas para la derecha. Aunque los que van para la izquierda se te vengan encima. Estoy segura de que El Arcoíris Magnánimo es parte de mi misión en esta vida. Dios siempre me ha provisto de los recursos materiales, intelectuales y experimentales para conducirme al día en que me fuera comunicada la manera de compartir todo aquello con el mundo, para ayudar a las personas a enriquecerse mentalmente, a cambiar su perspectiva, a ser su mejor versión, a regresarles la magia, el bienestar, la ilusión y la felicidad, y a que tengan mayor calidad de pensamiento y de vida.

Cada artículo está redactado con el corazón y la información siempre clara y contundente. La redacción de los artículos tiene la intención de que los internalicen, los absorban y tengan esa dosis concentrada de conocimiento e inspiración. Como refuerzo son los ejercicios prácticos al final de cada artículo, que cuajan permanentemente en la mente lo aprendido.

El Arcoíris Magnánimo iba a ser un libro, con el objetivo de ser una guía concentrada y definitiva de la vida, de auto-ayuda, de motivación y de mejoramiento personal, así como una zona segura, un refugio, un amigo en la mesita de noche. Pero yo no podía esperar los muchos años que lleva escribir y posteriormente publicar un libro, y aún de haberlo hecho, una vez publicado no hubiera podido seguir escribiendo para enriquecerlo más. Por eso opté por la forma de una página web, que además me da la oportunidad de construir una relación con ustedes, los lectores.

Desde el primer día, el objetivo de El Arcoíris Magnánimo siempre ha sido que percibas esta web como tu lugar feliz y seguro, rebosante de herramientas, enriquecimiento, amor e inspiración y todo lo que nutra la mente, el cuerpo y la vibración alta, en forma de conocimiento y teoría. Aunque, también es un refugio en un mal día o en una etapa de prueba, cuando el mundo se te viene encima, o cuando no sabes qué te pasa allá arriba. De ahí el "botiquín" de artículos en la sección -Está bien no estar bien-. Confío en que los lectores de El Arcoíris Magnánimo son justo las personas que deben ser. Agradezco a Dios por haberlos traído. Gracias por querer ser mejores, es justo lo que el mundo necesita. Ahora vamos a inspirar a los demás y a regresarle los colores a la vida. Es una de mis misiones en esta vida, y, si estás aquí, seguramente también es una misión en la tuya.

Gracias, gracias, gracias con todo mi corazón.

Mantente magnánimo.